Los abogados Vinko Fodich, Alejandro Peña y José Villalobos abordaron, además, su alejamiento de la fiscalía y criticaron la carrera funcionaria al interior de la institución.
Estuvieron en el Ministerio Público. Investigaron casos de alto impacto: Chiledeportes, La Quintrala, Penta y el financiamiento irregular de la política, los inicios de Corpesca y bandas de narcotraficantes, como «Los Cara de Pelota». Hoy, en el piso 17, a la altura del 3600 de Avenida Apoquindo, cambiaron de rol. Los ex fiscales Vinko Fodich, Alejandro Peña y José Villalobos ahora son defensores privados.
A partir de cinco clientes, todos ex carabineros involucrados en el megafraude al interior de la institución uniformada, los abogados explican a «El Mercurio» por qué se alejaron del Ministerio Público y critican una práctica que califican de inédita y abusiva: negar a los imputados presos el acceso al expediente, argumentando que su reserva es necesaria para el éxito de la investigación.
«En 17 años de sistema acusatorio, el fraude en Carabineros es el único caso en que hay 40 imputados seis meses presos sin acceso al expediente», critica Peña, ex fiscal regional metropolitano Sur. Lo mismo plantea Fodich, ex jefe de delitos económicos de la zona Oriente: «Si uno revisa otras causas igualmente complejas -Penta, SQM, Corpesca-, todas han tenido secreto, pero siempre se ha levantado antes de la formalización (…). No fue necesario esconderle la carpeta a (Jaime) Orpis para que se decretara su prisión preventiva. Se pudo defender e igualmente se decretó».
Los defensores trabajan en el estudio FAR & Cía. y representan a ex uniformados en el caso: el coronel (r) Renato Sarabia, el teniente coronel Mauricio Saldaña, los capitanes Sergio Collao y Víctor Escobar y el mayor David Vega.
Herramienta judicial
Esta semana, la fiscalía accedió a dar acceso parcial a las defensas en los próximos 15 días, pero aún así, recalcan los abogados, han pasado casi medio año sin conocer los antecedentes que fundan los cargos.
«Nadie se opone a que la fiscalía investigue y ocupe las herramientas que la ley le da, pero tampoco su uso debe ser para menoscabar los derechos de las personas», apunta Fodich. Peña agrega: «Creo que ha habido un abuso del secreto, es el único caso en Chile desde que comenzó la reforma en que se rompió con esta igualdad de armas».
Los abogados están a la espera de la carpeta investigativa. En su revisión, indican, buscarán indicios de que el principio de ejecución de este delito del fraude se inició antes que comenzara a operar la reforma. Si es así, es «muy probable que hagamos una presentación para que esta causa la investigue un ministro en visita y no la fiscalía (…). Un ministro en visita da más garantías de ejercer los derechos garantizados para un debido proceso», señala Peña.
En el sistema penal antiguo, dice Fodich, «no puedes estar procesado más de 40 días sin tener acceso al sumario».
Evaluación del Ministerio Público
Más allá de su visión sobre el secreto de las investigaciones hoy, desde la otra vereda, los tres abogados abordan cómo ven a su antigua casa: el Ministerio Público.
Villalobos, quien fuera fiscal de la Unidad de Alta Complejidad Metropolitana Oriente, apunta a problemas con la carrera funcionaria. «Uno siente -y también tiene que ver con mi salida- que no se valora el trabajo del fiscal, sus méritos. Los ascensos no se estaban produciendo de manera adecuada».
El abogado agrega que el Ministerio Público debe «enmendar el camino. El único fiscal que debería ascender es aquel que tiene méritos, buenos resultados, no quien sea el amigo, el políticamente correcto».
Y eso, dice Villalobos, va a repercutir en el trabajo del Ministerio Público, «porque si tienes investigaciones deficientes, vas a tener juicios orales con desarrollo deficiente y eso se va a traducir en sentencias absolutorias para la fiscalía».
La denominada «fecha de vencimiento» de los fiscales regionales es otro de los problemas, advierte Fodich. «Son personas altamente capacitadas y después de ocho años se los tira a la calle, tienen que reinventarse (…) a un ministro de Corte no le pasa eso». Y agrega: «Siempre se ha criticado el éxodo de los fiscales, porque el Estado invierte en su preparación, pero después no es capaz de retenerlos».
Peña, quien fue uno de los fiscales regionales que renunció en víspera de cumplir su período, asevera que «me hubiese gustado seguir, si no fuera por la limitación de los ocho años, pero yo no era partidario de las sillas musicales, de andarse cambiando de región en región a objeto de aferrarse al cargo de forma artificial».
Fuente: El Mercurio